Ciclismo, naturaleza, fotografía.

CICLISMO, NATURALEZA, FOTOGRAFÍA, MTB, RUTAS.

martes, 31 de julio de 2012

EL ESCORIAL- NAVAS DEL MARQUES- STA. MARIA DE LA ALAMEDA- ZARZALEJO 22/7/2012

Ruta de media montaña que discurre por la provincia de Avila y la sierra oeste de la Comunidad de Madrid. Utilizando carreteras secundarias subiremos cuatro altos que bien podrían catalogarse como puertos de segunda categoría y para finalizar un duro repecho con tramos adoquinados que atraviesa El Escorial hasta llevarnos al majestuoso Monasterio desde donde partió la ruta.


Hace semanas que Pequeño me venia instigando para realizar una ruta por esta zona, al estilo de la que hicimos el año pasado (Monasterio del Escorial- Abantos desde Robledondo) pero en esta ocasión con la flaca. Cuando vi el track y los perfiles pensé que era muy rompe piernas, muchos kms de subida y de bajada sin apenas terreno llano para recuperar. Demasiado dura para el nivel que tenemos con la bicicleta de carretera. Sin embargo días después me convenció, quizás yo también lo estaba deseando.




La ruta discurre por carreteras de segundo orden, sin apenas tráfico, tan solo en las inmediaciones del Escorial (ascenso a la Cruz Verde y al finalizar la ruta cuando regresabamos) tuvimos la compañía de coches y sobre todo muchos moteros. Comentar que aunque la mayoría de los conductores respetan al ciclista no esta demás señalar la obligación que tienen reglamentariamente de adelantarnos con una separación mínima de un metro y medio de distancia entre ambos y esto en muchos casos no se cumple.




Puerto de la Cruz Verde

Unos minutos más tarde de las 9,00h iniciamos la ruta. Junto a un solitario Monasterio de El Escorial salimos en busca de nuestro primer asalto, el puerto de la Cruz Verde. En seguida nos ponemos con la tarea de ascender este suave puerto que lo consideramos de segunda categoría sobre todo por realizarlo nada más comenzar la marcha. Puesto que al salir en frío nos parece más complicado de lo que realmente es. Esta vez por precaución aplique a mis tenues rodillas radio salil, un elemento que cada vez utilizo más.





Se trata de una subida de 6 kms de longitud que se hace por una carretera en perfecto estado y con mucho tráfico motorizado. Es recomendable realizarla a primera hora para que no molesten los moteros que ocupan esta carretera de forma masiva los fines de semana. Desde muy abajo ya visualizamos el final de la ascensión, cosa que nos anima a seguir llevando un buen ritmo de pedaleo. Al final de la subida esta el tramo más vistoso donde nos encontraremos con una sucesión de curvas que nos harán llegar a la pendiente máxima del 10%, en plena herradura. De aquí a la cima solo nos restan unos pocos metros hasta alcanzar el famoso restaurante de la Cruz Verde, punto de reunión de los aficionados al motociclismo de la zona. Es uno de los pasos de montaña más bajos de la sierra madrileña con tan solo 1256 metros.


Desde aquí cogemos la M-505 que en apenas un km y medio nos hace alcanzar la cima del puerto de La Paradilla. En realidad es una prolongación del anterior puerto, aunque con unas vistas mucho más interesantes, en este caso al Monasterio del Escorial y con una pendiente superior. Llevamos tan solo 7 kms y medio de ruta, pero ya empiezo a intuir que no va ser el mejor día de Pequeño que desde el comienzo le noto perezoso, con poca chispa. Como si le costara encontrar el ritmo adecuado.




La cima esta coronada por un cruce de carreteras. Tomamos dirección Las Navas del Marqués por una carretera en perfectas condiciones con un amplio arcén que nos protegerá del tráfico. Primero tenemos casi 7 kms de prolongado descenso hasta que llegamos al rio Cofio que superamos por un puente de diseño moderno. A partir de aquí iniciamos el ascenso al Alto de las Navas del Marqués, en ningún mapa viene catalogado como puerto de montaña, ni tampoco nos topamos con ningún cartel que lo indicara.




Subida al Alto de Las Navas del Marqués.

Pero sus ocho kms de subida hacen que le concedamos la etiqueta de puerto de segunda categoría. Durante los primeros kms atravesaremos un frondoso pinar que nos protegerá del ya sofocante calor, incluso hallaremos un par de tramos de descanso que coinciden con áreas recreativas y de ocio. Esta zona es muy conocida y frecuentada por senderistas y aficionados a la bicicleta de montaña por la cantidad de recorridos que se pueden realizar entre Peguerinos y El Pinpollar. El resto de la ascensión es muy constante con porcentajes entre el 4% y el 5% de desnivel. Largas rectas interminables que hacen que la bicicleta se agarre al asfalto y que parezca que no avanzamos, como si estuvieramos a merced de un campo magnetico. Al poco de entrar en la provincia de Avila el viento comienza azotarnos de cara y el astro comienza apretar de lo lindo. Menos mal que poco después llegamos a la población más importante de la zona, Las Navas del Marqués.


Castillo de Magalia.

Esta población de más de cinco mil habitantes se ha convertido en un lugar ideal para el veraneo. Su cercanía a Madrid, un entorno rodeado de montañas y un clima suave le convierten en un sitio ideal para muchos privilegiados que pueden permitirse tener una segunda residencia. Junto al Castillo de Magalia hacemos una parada para avituallarnos. De estilo renacentista fue declarado monumento histórico artístico en 1931. En la actualidad se pretende convertir en un Parador Turístico.




La ruta continua dirección Santa María de la Alameda por la Av-p 308, una carretera típica de montaña, desierta, donde los únicos seres vivos que vimos tenían cuatro patas y cuernos. Los primeros 5 kms son de descenso que realizamos buscando una fuente que jamas encontramos. Lo cierto es que vamos algo justos de agua y aun nos quedan muchos kms hasta el siguiente pueblo. Por esta zona nos impregnamos de un repugnante y nauseabundo olor a excrementos. Es lógico esta es una región dedicada a la ganadería y al pastoreo. Tras cruzar de nuevo el río cofio por un pequeño puente de piedra iniciamos la tercera subida del día.


Desconocemos el nombre de esta subida, pero desde hoy sabemos de su crueldad y dureza. Esta ascensión que nos llevará hasta Santa Maria de la Alameda se divide en tres partes. Los primeros dos kms son realmente duros con pendientes constantes al 10% de desnivel. La carretera va ganando en seguida altura para mostrarnos tras superar una curva de herradura a la derecha un paisaje típico de esta comarca. Este sufrimiento termina en un cruce de carreteras donde me detengo a esperar a mi colega.






Que "la flaca engancha" no es una frase mía. Esto lo dicen multitud de ciclistas que venían de montar durante muchos años en bicicleta de montaña y por curiosidad u otros motivos han decido pasarse o simultanear, como es mi caso, la bicicleta de carretera, mal llamada por algunos bicicleta de carreras, ¿acaso no hay carreras y marchas de MTB?.Para mi lo ideal es compaginar las dos disciplinas. Lo cierto es que mi experiencia con la flaca no puede ser más gratificante. Siempre lo digo: la fatiga aparece más tarde, los kms cunden más y en mi caso personal, los problemas de rodillas desaparecen al pilotar esta maravilla. No solo por su estética, que me parecen muchisimo más atractivas y bonitas que las bicis de btt y eso que algunas  "gordas" son de alucinar. He de reconocer que me tiene enamorado, cada vez más identificado e ilusionado con la práctica del ciclismo de ruta.


Hoyo de la Guija

Momentos más tarde aparece Pequeño con claros síntomas de fatiga, me comenta la posibilidad de recortar la ruta en un par de kms si tomamos la carretera de la derecha, aunque desconocemos el grado de dureza que podemos encontrarnos. De mutuo acuerdo decidimos seguir por el itinerario previsto. Impresionados por el panorama que se abre ante nosotros comenzamos la segunda parte de la subida y también la más difícil.




Al llegar a la aldea de Hoyo de la Guija emprendemos el tramo más duro de toda la ruta. La carretera remonta la montaña dibujando varias eses endiabladas que nos conducen hasta el cielo. Levanto la cabeza y lo que veo es devastador, una sucesión de giros y contra giros que solo de mirarlo me hacen sentir dolor de piernas. Lo más duro a lo que me he enfrentado con la flaca. Tengo que emplearme a fondo, echar todo mi cuerpo para delante, agarrar firmemente el manillar y empujarlo contra mi para hacer más fuerza, pisar los pedales con rabia y acompasar el pedaleo con golpes de riñón. Ha sido toda una hazaña superar estos 1,8 kms con repechos constantes al 14%. Si antes tenía dudas con los desarrollos de mi bicicleta, ahora tengo claro que para superar este tipo de pendientes debo de añadir a mi corona por lo menos un piñón más grande, el de 28 dientes no es suficiente, voy demasiado atrancado. Opino que para mi nivel debería meter un 30 o 32 para ir tranquilo en este tipo de rampas tan brutales.


La anécdota de la jornada la protagonizó Pequeño, que intento llevar a su máxima expresión la teoría de la "velocidad absurda", (aquella que te permite mantener la bicicleta en movimiento sin perder el equilibrio). Pero esta vez no pudo desarrollarla y termino cayendo al barranquillo dando con sus huesos en el suelo. La última parte de la subida es más llevadera, tan solo nos restan un par de kms para llegar a Santa Maria de la Alameda. Unos 400 metros tirando hacía arriba y el resto circulando por la cresta de la montaña. Una subida total de 6 kms que no olvidaré facilmente.


Pequeño es un luchador nato, un alma insaciable de bicicleta que siempre se muestra hambriento por superar nuevo retos. Un biker que se implica de manera directa en el diseño de rutas y que se puede contar con él incondicionalmente para nuevas aventuras. Sin embargo hoy ha estado por debajo de su nivel habitual, le he notado apático, falto de energías, en ocasiones llevando un ritmo tan lento que los caracoles le pasaban por encima. De echo la velocidad media de la ruta no ha llegado ni a 18 km/h, un dato significativo de lo tranquilo y pausado que ha sido nuestro caminar, y eso que íbamos con "flacas". Creo que la indumentaria que llevaba influyo en su rendimiento, llevar chaleco corta vientos de invierno cuando las temperaturas durante toda la mañana rondaban los 30º no era lo más adecuado. Además sigue empeñado en llevar mochila camelback, cuando todo el mundo sabe que cuando se utiliza la bicicleta de carretera, este elemento además de anti estético es totalmente innecesario. Lógicamente en las poblaciones por donde pasamos podemos rellenar los bidones. En los tres años que llevo montando en bici aun no he visto a ningún ciclista llevar mochila, salvo a Pequeño.



Santa María de la Alameda es el primer pueblo que nos encontramos al entrar de nuevo en la Comunidad de Madrid. Rodeada de montañas es cabeza de partido de otras pedanias de población como Las Herreras, Navalespino, La Paradilla, La Hoya o Robledondo nuestro siguiente destino. A partir de 1863 con la llegada del ferrocarril, el mayor núcleo de población se asentó en La Estación. En la actualidad su economía se basa en el turismo rural y la ganadería.

Entre las montañas: Robledondo.

A continuación iniciamos un veloz descenso hasta alcanzar la zona conocida como El Palancar. Esta bajada termina al llegar al Puente de la Aceña. La carretera dibuja un especie de codo, cambiando la dirección de trayectoria para salvar el río de la Aceña, que a esta altura se junta con el arroyo de robledondo, este nos irá acompañando hasta alcanzar el pueblo del mismo nombre. Nada más superar el puente comienza el ascenso hasta llegar al pueblo de Robledondo.





Esta es una ascensión que ya conocemos del año pasado, aunque en aquella ocasión la hicimos con bici btt. Me encuentro con buenas piernas y pronto voy dejando atrás a Pequeño que sigue en su linea. Hasta llegar a Robledondo tenemos 4 kms de constante subida donde nos encontraremos con largas rectas con una pendiente muy regular, nunca supera el 7%, pero tampoco baja del 6%. Durante la subida me pasa un chaval como un tiro que iba con una scott de ruedas gordas, al principio pensé que iba a petar y en seguida le cogería, me equivoqué. Luego me adelantaron un grupito de flacas, que me sirvieron de referencia para ir marcándome un ritmo aunque antes de llegar a la cima los perdí de vista.


Sin agua en el bidón, al final del pueblo me paré junto a un chalet donde una agradable familia jugaba con sus hijos en la piscina. Ellos me rellenaron el bote de agua mientras esperaba la llegada de Pequeño, que apareció medio muerto. Me recuerda mucho esta situación a la que me sucedió el año pasado subiendo este puerto, pero a la inversa esta vez. Aquel día lo pase fatal. Superada la cuarta montaña, continuamos con la ruta aunque lo más duro ya lo habíamos dejado atrás.




A partir de aquí tenemos 18 kms de prolongado descenso. Primero nos dejamos caer desde Robledondo hasta llegar al puerto de La Paradilla, por donde hace un par de horas pasamos. Desde aquí rápido descenso hasta llegar a la glorieta que corona el puerto de la Cruz Verde. En este punto hay que extremar la precaución, esta carretera soporta mucho tráfico. Lo más divertido de la bajada fue descender el puerto de la Cruz Verde hasta Zarzalejo. Esta vertiente que desconocíamos es mucho más vistosa e interesante que la otra. Esta bajada discurre por una carretera estrecha, más propia de un puerto de montaña, con giros y curvas de herradura, sin tráfico y con unas estupendas vistas que podemos observar detenidamente desde un mirador que se encuentra a la salida del pueblo. Ya tengo ganas de poner fecha para subir la Cruz Verde por esta vertiente, me ha gustado.

Monasterio del Escorial.
En seguida enlazamos con la M-600, también llamada "ruta imperial" que nos lleva en poco tiempo hasta las faldas de El Escorial. Hasta llegar al Monasterio del Escorial aun tenemos que afrontar un último repecho final de 3 kms, que incluye tramos adoquinados, que con la caña que llevamos encima nos hacen padecer y sufrir ante cientos de turistas que se amontonaban alrededor del Monasterio. Una guapa argentina nos hizo la foto que justificaba nuestra llegada al monumento.




Hasta la fecha la ruta más dura que he realizado con bicicleta de carretera. Demasiado terreno rompe piernas para mi gusto. El diseñador de la ruta terminó hecho trizas aunque satisfecho por terminar entero. El hombre del mazo le estuvo acechando durante toda la ruta, con ganas de arrearle con todas sus fuerzas. Marcha realizada en 3h 41m (tiempo encima de la bici) para completar los 66 kms, a una media de 17,8 km/h. Un trayecto que nos deja un desnivel acumulado de 1430 metros. Con cuatro puertos de segunda categoría y el extra final que supone llegar al Monasterio del Escorial por unas calles adoquinadas que nos conducen a uno de los enclaves históricos más bellos de la Comunidad de Madrid.

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8 comentarios:

  1. Gracias David! Mi idea es compaginar MTB y carretera al igual que tú. De momento ya he podido catarla en una salida por la Casa de Campo y la primera impresión es que son mundos diferentes, desarrollos, cadencia, velocidad, fuerza...

    Espero poder 'replicar' rutas como esta tuya, que envidia!!! De momento tendré que ir adaptándome poco a poco hasta que como digo lleguen días como estos, incluso a ver si algún día pudiéramos rodar juntos.

    Ta lue!!!

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  2. Estaria bien rodar juntos...cuantos más mejor. El sabado pasado me hice una ruta por la sierra de Guadarrama, incluyendo las subidas a Canencia, La Morcuera y Navafria, 90 kms y casi 2000 metros de desnivel, me lo pase en grande, lo malo que fui solo. Estoy de acuerdo son mundos diferentes, pero para entrenar, sacar más rendimiento y mejorar la condición fisica creo que es mucho mejor la flaca. Para disfrutar de la montaña, ver paisajes bonitos y sentir la naturaleza: mejor la MTB.

    Un saludo. David

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    1. Ufff eso es demasiado para mí ahora mismo (creo :P), déjame probarme y en cuanto me vea listo con la flaca, te propondré quedar algún día con algo más suave.

      Por cierto ¿qué desarrollos llevas atrás en la flaca? Yo creo que me quedo corto, 11-25 :S

      Un saludo,
      Joserra.

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    2. Llevo plato compac 34-50 y atrás 11-28, (en cuanto pueda me colocaré otro piñón más grande, un 30 o 32 estaría bien para superar los tramos más empinados) Con el 28 lo subo pero voy algo atrancado.

      Un saludo

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  3. Toda mis compañeros de bici conocen mi apresión a bajarme de ella subiendo, por muy empinada que sea la cuesta, pero me fué imposible mantener la bici de pie y terminé en la cuneta, por suerte sin llegar a caerme. Siendo la pendiente de "solo" un 14%, tuve la misma sensación que cuando subo con la gorda pendientes por encima del 20%. Me gustaría que pudieramos volver a repetir esta ruta otro día que tenga mejores sensaciones. De todas formas estoy contento al haber podido finalizar la ruta. Por suerte no me dolieron las rodillas pero tuve las piernas quemadas toda la semana. Seguiré buscando retos para la flaca. Como siempre un placer leer la crónica.

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  4. Me apunto la zona, desconozco totalmente las carreteras que describes. Me tengo que acercar con la flaca a ampliar horizontes, jjejeeje

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  5. Espectacular ruta, esta la teneis que repetir conmigo, demasiados actos sociales me han impedido cojer la bici en condiciones, la próxima vez os acompaño con mi gorda, que este tipo de rutas me gustan más que la de pedrolos. Animo pequeño un dia malo lo tiene cualquiera, aunque duke ahora esta fortísimo con el saco de kilos que se ha quitado. Estas rutas hacen que tenga mono de bici toda la semana, nos vemos.
    MANZANA

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  6. Qué buenas crónicas haces siempre. Me divierto un montón leyéndote.... La subida al Hoyo de la Guija se me hizo tremenda, especialmente después de los Km que llevábamos ya en las piernas. Iba totalmente a ciegas, pensaba que lo más duro eran Los Leones, pero esa subida me puso a prueba. Eché de menos el 30. Esta variación que hicisteis vosotros me gusta mucho, lo único es la Cruz Verde desde el Escorial..me da un poco de pereza por el tráfico (lo mismo que los Leones). Qué ganas de subirme encima de flaquita otra vez :-). Un saludo

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