Ciclismo, naturaleza, fotografía.

CICLISMO, NATURALEZA, FOTOGRAFÍA, MTB, RUTAS.

jueves, 26 de septiembre de 2013

BIKE WEEKEND LAS ROZAS 22/9/2013

Este fin de semana la localidad madrileña de Las Rozas ha albergado la celebración del "Bike Weekend", donde se han desarrollado múltiples actividades relacionadas con el mundo del MTB. Un pueblo que lleva años fomentando la utilización de la bicicleta como medio de transporte, de ocio y por supuesto deporte. El evento estrella era la cuarta prueba del calendario FIAT MTB 4 Estaciones, una carrera que nace de las cenizas del antiguo Festibike.


Bike Weekend, Las Rozas.

Las buenas impresiones que me había dejado la "Ruta de los Vinos" me hicieron alistarme finalmente a esta "Bike Weekend". Para esta cuarta prueba de la liguilla se habían divido las salidas en dos días distintos. El sábado se celebraba la marcha corta de 34 kms, dejando en exclusiva la ruta larga para el domingo, que según datos de la organización disfrutarían un total de 913 bikers sobre un trazado innovador de 62 kms.




Siguiendo el espíritu no competitivo de estas carreras, una vez más, la empresa organizadora nos ha privado de una clasificación. No es algo que valore por encima de otras cosas, pero si que a la mayoría nos gusta conocer nuestros tiempos en meta y compararlos con el resto. No creo que llevar un chip fomente la competición entre los participantes. En mi caso, al menos, no es así, solamente es algo informativo que me ayuda a saber mi progresión. Muchas otras carreras cicloturistas ofrecen los tiempos de cada corredor y la filosofía no deja de ser la misma siempre: Pasar un día estupendo con la bicicleta, simplemente.


Un buen madrugón me había proporcionado un puesto puntero en la parrilla de salida, quizás entre los cien primeros. No es que pretendiera ganar, no tengo ese nivel, ya quisiera yo. Pero el día anterior mi colega Pequeño había participado en la marcha corta y me había prevenido sobre posibles tapones al comienzo, recomendándome salir lo más adelante posible. Antes de la salida el speaker nos daba una serie de recomendaciones a tener en cuenta.



Nos comentó donde había puntos conflictivos, los lugares donde estaban establecidos los avituallamientos y sobre todo puso mucho esmero en que anotáramos un número de móvil. Dejándonos claro que era muy importante dejar la linea libre, solo para ser utilizada en caso de accidente, caída muy grave o similar. Nunca para llamar para cualquier incidente distinto. Ni perdidas, ni averías, etc. Lo que capté de este mensaje no era nada bueno obviamente. ¡A ver lo que nos tenían preparados estos!.


Puntuales, a las 10´00 nos dan la salida, después del discurso del alcalde de turno. Como es habitual en este tipo de carreras, y más aún en los que se sitúan delante, todos salimos a muerte, con el cuchillo entre los dientes, buscando meter la rueda para ir adelantando sitios. Los primeros kms se realizan por asfalto, saliendo de Las Rozas por las calles de las urbanizaciones, terreno favorable cuesta abajo que sirve algunos para ir ganando puestos.







Yo sin embargo tuve que detenerme unos instantes al notar como la cinta del pulsometro se me había desenganchado. Segundo traspiés del día porque el primero fue olvidarme los guantes en casa, menos mal que había un stand de spiuk en la zona de carpas y me pude comprar unos en oferta. En seguida que entramos en los caminos de tierra me encuentro con el primer tapón de la jornada, que nos hace estar retenidos durante unos minutos. Había que pasar de en uno en uno por una especie de trinchera.




Luego cruzamos el rio Guadarrama por encima de un puente. Al final de la marcha volveremos a pasar por este mismo puente pero ya será por debajo de sus arcos. Pasados los primeros 6 kms de carrera comenzamos el ascenso a Rio Chico. Una subida que la organización catalogaba de "temida". Y que sin embargo al realizarse tan pronto, con las fuerzas enteras, no me pareció tan dura de acometer comparado con el resto del trazado que aún nos quedaba por delante.




Una peregrinación silenciosa de bikers iba trepando por el camino del Paredón casi todos utilizando el molinillo para salvar las rampas más duras que aveces superaban el 15% de desnivel. Muchos ya por aquí se rindieron poniendo pie a tierra. No fue mi caso que llegué bastante entero al primer avituallamiento que coincidía con la cima de esta primera subida. En este lugar hice una mini parada, lo justo para llenar el bidón y contemplar unas estupendas vistas a San Lorenzo del Escorial arrecostada en las faldas del Monte Abantos. 




Después la marcha continuó en dirección a Colmenarejo por amplias vías pecuarias. Last lap, la empresa organizadora del evento, había echo una petición expresa a todos los participantes de la carrera para que moderasen su velocidad al paso por este pueblo. Es posible que en ediciones anteriores este municipio se hubiese quejado del paso de la carrera, lo desconozco. Lo que si se, es que el grupeto con el que atravesé Colmenarejo hicimos caso omiso a esas recomendaciones. Íbamos como tiros mientras la policía nos indicaba en las glorietas el camino a seguir. Plato grande y paso firme.


Senderos alrededor del embalse.
Tras discurrir por unos senderos revirados con toboganes que tenían la particularidad de estar protegidos por una espesa vegetación llegamos al embalse de Valmayor. A partir de aquí a disfrutar de la parte más divertida y vistosa de la marcha. Durante los siguientes 15 kms recorreremos el perímetro del embalse a través de bonitos y estrechos senderos que solo podían ser trazados a fila de a uno. No se podía adelantar, si alguien iba más deprisa o intentaba pedir paso tenía que esperar.



Embalse de Valmayor


También nos topamos por esta zona con un par de inconvenientes, como por ejemplo: pasar por encima de unos troncos, alguna que otra zona algo más técnica, donde hubo que emplear el molesto empuja-bike, pero en general, sin duda lo mejor de la jornada lo gozamos por aquí. Yo aproveché y me detuve en algunos sitios para hacer fotos. No conocía esta zona y me pareció perfecta para la practica del MTB. Por lo visto este recorrido alrededor del embalse era un itinerario nuevo, que la organización en años anteriores nunca había utilizado. Esta carrera en realidad sustituye al antiguo Festibike, aunque parte de su tradicional trazado también se ha mantenido intacto. Por suerte para los participantes de este año han incorporado este rodeo al embalse de Valmayor. De lo más bello del día.







El refrán dice que después de lo bueno siempre viene lo malo y que razón lleva. Yo que soy un tio que se defiende subiendo pero que por contra en los descensos pedregosos sufro lo indecible, encontré en el siguiente tramo de ruta una buena encerrona. A la altura de la urbanización El Paraíso el terreno cambia de forma radical. Transitamos por un terreno roto, agrietado, lleno de piedras del tamaño de mi cabeza. En ocasiones hay que ir haciendo trial saltando de piedra en piedra para mantener el equilibrio. Realmente lo fácil era caerse. Un terreno rompe piernas, muy farragoso, complicado de verdad.







Una trialera de infarto en el que muchos, por no decir casi todos, en algún momento pusimos pie a tierra prudentemente. Yo terminé este tramo muy saturado. Había que estar muy concentrado en todo momento para saber elegir la trazada correcta, un descuido y te ibas al suelo. Por esta zona no vi caídas, sino "hostiones como panes". Luego me enteré que hubo algún hospitalizado. Antes de llegar a Valdemorillo abordamos otros tramos complicados, como el transito por la vereda de los vaqueros. Caminos que ya conocía de haberlos recorridos en la Clásica de Valdemorillo hace un par de años. Sitios técnicos donde había que emplearse a fondo y demostrar el buen manejo con la bici.


En el km 35, en Valdemorillo estaba establecido el segundo avituallamiento. A este punto llegué bastante tenso y fatigado. A partir de aquí la mayoría de los caminos por los que discurrió la marcha estaban bastante secos y polvorientos. También pasamos por algunas zonas pestosas con bancos de arena que hacían difícil el avanzar. Comentar que los avituallamientos han estado correctos, con frutas, agua embotellada, agua isotónica, barritas energéticas e incluso geles de la marca que yo utilizo.




En este aspecto nada que objetar, para los tiempos que corren y por 20€ que costó la inscripción creo que no se puede pedir más. Tras reponer fuerzas reanudé la marcha detrás de un grupito con los que prácticamente realicé el resto de la ruta. Siempre con la misma constante, en las bajadas me pasaban como balas y en las subidas les recuperaba el terreno perdido. A continuación el terreno se puso mirando para arriba, primero hasta alcanzar el deposito de agua de Valdemorillo y luego por asfalto atravesando la urbanización Pino Alto.



A partir del km 40 iniciamos el descenso más peligroso y prolongado de la jornada. De esas bajadas que por muy buen amortiguador que tengas, te dejan dolor de manos y brazos durante al menos dos días. Este descenso finaliza tras vadear el río Aulencia que iba bien cargado de agua. Inmediatamente después iniciamos el segundo ascenso duro del día, casi 5 kms de subida, con algún que otro descansillo entre medias. Una escalada que realicé a buen ritmo adelantando a bastante gente que a estas alturas de ruta iba ya bastante tocada. El estar inmerso en la vorágine de una carrera y el llevar un dorsal siempre te dan un plus de motivación y aunque estoy lejos de mi mejor forma en esta marcha me he encontrado a un nivel aceptable.





Este Bike Weekend ha sido todo un éxito de participación. Un fin de semana repleto de actividades para todos los gustos y niveles. Además de las dos marchas pertenecientes al calendario del FIAT MTB 4 Estaciones, se han celebrado también pruebas infantiles, familiares, nocturnas e incluso un recorrido circulando por el carril bici. También existía la posibilidad de realizar test con diferentes bicis, atracciones y exhibiciones relacionadas con el mundo del MTB. Por unos días Las Rozas se ha convertido en el referente, un pueblo que lleva fomentando la utilización de la bici durante hace varios años.


El posterior descenso se anunciaba como muy peligroso con carteles amarillos. La verdad es que me acojonaron un poco en un principio, porque visto todo lo anterior podía ser temible. Pero la realidad fue otra. Mucha inclinación, algo de piedra, pero poco más que destacar de esta última bajada, que realizamos a saco casi todos, incluido yo, hasta que noté como se me caían los utensilios de la bolsita de atrás. Tuve que parar, dejar la bici a un lado y volver hacía atrás andando buscando todas las cosas perdidas por el camino.



Llevados unos 50 kms entramos en las pistas del Canal de Isabel II. Una larguísima recta compuesta de zahorra compactada, un material que le otorgaba un tono azulado al camino. Un giro brusco hacía la izquierda nos devuelve de nuevo a los caminos naturales. En seguida encontramos el último avituallamiento, que estaba junto al paso por el rio guadarrama donde la organización tenía establecido el montaje para la foto individual que siempre realizan en cada prueba. Viendo que la peña tenía dificultades para mantener el equilibrio al vadear, no me lo pensé dos veces. Cogí en hombros la Alma y pasé andando. Meter los pies completamente dentro del agua, fue toda una liberación. A estas horas de la tarde el calor hacía mella. Inundarme las zapatillas no fue nada desagradable, todo lo contrario, lo agradecí el resto de la ruta.


Rio Guadarrama.


El desconocimiento de la prueba, al no haberla realizado nunca antes, me habían echo ir guardando un punto de fuerzas, por si en el tramo final necesitase esforzarme más. Pero la parte final de la carrera no tiene mayor complicación que el encontrar la meta. Porque al salir de los caminos de tierra al atravesar un paso canadiense con una verja roja la señalización desapareció. Hasta entonces, durante la marcha hubo momentos de indecisión, sobre todo por la zona del embalse de Valmayor, una confusa señalización que a veces podía inducir a perderse. Pero al entrar de nuevo en las urbanizaciones de Las Rozas no encontramos ningún vestigio de cinta indicativa, señal o algún voluntario que nos indicara el trayecto a seguir. Un aspecto muy negativo que la organización debería limar en sucesivas carreras, porque dejar a casi mil bikers deambulando por unas calles muy transitadas cerca de un conocido centro comercial es un grave error. 



Llegada a Meta.
Algunos encontraron pronto la meta, otros como yo fuimos a la aventura. Inmiscuido en un grupito de cuatro al final, después de varias paradas y consultas a los viandantes, llegamos al recinto de llegada. En el polideportivo de la Dehesa de Navalcarbón estaba establecida la meta donde llegué después de realizar 62,5 kms en 3h 54m (tiempo encima de la bici). El tiempo total con las paradas incluidas fue de 4h 20m. A una media de 16 km/h.





La ruta se hizo bastante dura, sobre todo al final debido al calor. Esta Bike Weekend Las Rozas me deja buenas sensaciones en el aspecto personal, al haberme encontrado mejor de lo que esperaba. En cuanto a la carrera destacar el impresionante recorrido de puro MTB, con dos duras subidas, otras tantas bajadas de infarto, un bello transitar por los senderos que bordean las orillas del embalse de Valmayor y un exigente y peliagudo tramo trialero antes de alcanzar Valdemorillo que hará las delicias de los más intrépidos, pero que en  mi caso, quizás me haga plantearme una segunda vez.  La quinta y última prueba del calendario FIAT MTB 4 Estaciones se celebrará en San Lorenzo del Escorial, ¿Quién se atreve con la ruta imperial?.


PERFIL:




TRACK DE LA RUTA:




2 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena! Veo que te vas recuperando de tus dolencias. Ánimo y a por la siguiente!

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  2. Me alegro de que te hayas recuperado. Se te ve en forma. ¡Enohorabuena! A ver si retomo la gorda aunque yo soy un desastre técnicamente, no soy capaz de bajar una trialera ni el mejor de mis sueños. Como siempre, me encanta leerte. Un saludo

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